Sah, qué sé yo... fragmento de trabajo que hicimos para Pensamiento Crítico este año. Tengo parcial de Bioquimica mañana y cero ganas de vivir.

Así como el río nace de lluvias o deshielos, crece o disminuye su caudal con lluvias o incluso con intersecciones con otros ríos o arroyos, y muere en su desembocadura para recomenzar el ciclo evaporándose y volviendo a su estado gaseoso previo a la precipitación, el hombre nace, crece y evoluciona hasta su muerte, el momento en el cual culmina su ciclo de la vida y comienza nuevamente con otro nacimiento. Ambos ciclos tiene un nacimiento, una vida y una muerte.

Y en última instancia tomamos a Borges como guía, ya que el usó la frase de Heráclito en uno de sus poemas.

“También es como el río interminable

Que pasa y queda y es cristal de un mismo

Heráclito inconstante, que es el mismo

Y es otro, como el río interminable.”

(extracto de “Arte Poética”, Jorge Luis Borges)

Con esta frase, Borges tambien recalca la idea de que si bien la esencia, la identidad del rio y de quien en el se baña se mantiene intacta, puesto que la persona no se convierte en otra persona, no cambia su fisonomia o su idioma ni el rio cambia de nombre o fluye por otro cauce; cada instante en el correr del rio y en el transcurso de la vida la materia que los compone a ambos se renueva, cambia, no es nunca la misma.

Con esto, tanto Heráclito como nosotros, concluimos con la idea de que todo fluye, todo cambia, nada permanece igual. Las aguas han pasado, hay otras en el lugar de las primeras y nosotros mismos ya somos otros.