Saturday, June 24, 2006

Esto lo hice para una revista del colegio, que le hizo pensar a un par de pelotudas de cuarta que podían llegar a ser artistas. En especial a una, q se cree q por hacer teatro (entre comillas... eso es teatro?= se lleva al mundo del arte por delante. Espero q les guste... la revista tuvo solo dos números, del segundo casi ni participé, y a la que tuvo la idea (una buena amiga) tb la quisieron dejar afuera.

Me gustaría ser gato. Que mis ojos relampagueen en la oscuridad contrastando mi oscuro pelaje. Que me den de comer y me preparen la cama cerca de la cocina, para divertirme en las noches de insomnio con las ratas que salen a buscar su alimento. Dormir en el patio los días de sol, acurrucarme en el regazo de mi dueño los días de frío. No tener que trabajar, ni estudiar, ni ganar dinero. Me conformo con saber que sería independiente, bello, sensual.
Quizá de malvado, aburrido, chistoso, caminaría siempre entre el lodo y dejaría mis huellas por todas las habitaciones. En vez de relamer mis bigotes, dejaría un sello de leche en cada uno de los sillones de la casa. Razguñaría las patas de la mesa, la cama, quizá algún vesitdo. Y si me quitaran mi madeja de hilo como castigo, simplemente treparía sigilosamente hacia el placard y me haría una nueva con el sweater nuevo de mi dueño.
Por las noches, caminaría por los techos y le maullaría a la luna mis tristezas por no tener vecino que me entienda. Los despertaría con mis melodías y ellos me lo agradecerían haciéndome esquivar zapatillas y las cuerdas feroces de una escoba maltrecha.
Huiría de los niños trepando a los árboles y reiría maliciosamente al verlos llorar por no poder bajarme. Rasguñaría a los bomberos si intentasen "rescatarme" y saltaría de rama en rama hasta llegar hasta la copa más alta del abeto del patio.
Mis días serían monótonos, como lo son ahora. Pero el tiempo pasaría más rápido. En un año estaría en el segundo grado; en dos, entrando a la pubertad. Al tercero ya sería adulto. Y no me quedaría mucho más por contar.
Pero no soy gato. Y tengo que estudiar, para luego trabajar, para luego ganar dinero. Tendré que conseguirme mi alimento, mi techo y hacer mi cama. Por las noches tendré que dormir, para poder seguir con mi rutina día a día.
Me consuelo. Al menos, a la hora de la cena, no tendría pelos de rata entre los dientes.

Thursday, June 08, 2006

Just another day.

Maria miró el monitor sin verlo en realidad. Afuera llovía, pero parecía como si alguien se estuviera duchando a centímetros de sus orejas, el agua cortaba el aire como una cortina plateada, inagotable e inexorable. Habia sido un dia largo, larguisimo... eterno casi. La humedad y el calor se le habian pegado a la ropa, al pelo, a la mochila: todo olía fuerte, las baldosas de la vereda resbalaban, los autos andaban despacio y la gente estaba irritada.
María volvió a mirar el monitor, sin decidirse todavía a escribir o mover el cursor. Se tapó un bostezo con la mano, aunque nadie la estaba viendo y eso la hizo esbozar media sonrisa. En un dia como ese, media sonrisa ya era un progreso. Porque además de largo, habia sido un dia pésimo. Ya sentía las lágrimas en ese lugar indefinido entre la garganta y los ojos, pero no le venian las ganas de llorar.
Suspiró y se llevó las manos al rostro, relajandose ante su propio contacto. María estaba tan cansada que la hacia enojar consigo misma, se sentía agotada, drenada de fuerza y motivación. María odiaba no tener motivación, se sentía ajena sin la zanahoria colgada adelante de la nariz, necesitaba un motor. Y en ese momento se habia quedado sin nafta o algo asi.
Asi estaba, al final, la mirada perdida en algun punto entre la pared del patio y la lluvia, ajena al resplandor de la pantalla en sus mejillas, las manos caidas sobre su regazo.